Estatutos

INTRODUCCIÓN

En el nombre de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo y de la Santísima Virgen María, Madre y Señora Nuestra. Amén.
Es sin duda alguna la memoria de la Pasión y Muerte de Jesucristo, Nuestro Redentor, el medio más eficaz para conmover el corazón de todo hombre cristiano, así como también la materia de la meditación más proporcionada a la capacidad y más provechosa para las almas de toda suerte de personas, sea cualquiera el estado de perfeccionamiento en que se encuentren.

Porque los pecadores hallan en ella motivos eficaces para purificarse de sus pecados; los que principian el camino de la virtud para mortificar sus pasiones; los que van delante en este camino, motivos para crecer en todo genero de virtudes; y los perfectos encuentran también motivos para alcanzar la misión con Dios por el ferviente amor que la memoria de la Pasión excita en sus corazones.

Por lo cual dice San Bernardo que la Pasión de Jesucristo hasta el día de hoy hace temblar la tierra, quebranta las piedras de los sepulcros y parte por medio el velo de los templos rasgándole de alto a bajo; porque los que debidamente la meditan si son tierra por la culpa y afección a cosas terrenas, tiemblan movidos por un santo temor de Dios por la rigurosa justicia que hizo en su Hijo, moviéndose con ello a dejar las cosas de la tierra que embargan tanto su corazón, se enternecen o desmenuzan por la grandeza del dolor, así de sus pecados como de las penas que Jesucristo padece por ellos, y son sepulcros cerrados, con la vergüenza de manifestar sus culpas, se abren por la confesión para lanzar de sí la muerte y resucitar a nueva vida y últimamente para todo se rompe el velo que pone división entre Dios y nosotros.

Persuadidos íntimamente nosotros de estas verdades y deseando ejercitarnos frecuentemente en la contemplación de la Pasión de Jesucristo Nuestro Señor para lograr dichos frutos, pedimos y nos fue concedida la admisión como Hermanos de la Cofradía titulada del Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo cuyo origen se remonta al año 1593, y habiéndose perdido el único ejemplar de las anteriores ordenanzas por donde se rigió esta Cofradía, al presente de común acuerdo los abajo suscritos, Hermanos de Vara, formamos las presentes para el mejor gobierno de ella; cuyo espíritu es el mismo que el de las primeras y a ellas nos sujetamos de nuestra propia y libre voluntad en todo lo que en ellas se dispone y ordena; y siguiendo el ejemplo de aquellos dos piadosos discípulos de Jesucristo que le bajaron de la Cruz y le dieron honrosa sepultura, es nuestra voluntad celebrar todos los años el Aniversario del Santo Entierro con toda pompa y solemnidad, cuyo servicio sea honra y gloria de Dios y provecho de nuestras almas, rogando a la Virgen Santísima de los Clavos, Patrona y Protectora de esta Cofradía que infunda en nuestros corazones los afectos que tuvo el suyo en la muerte de su Santísimo Hijo para que llorando en nuestros pecados a la hora de nuestra muerte nos reciba como hijos suyos. Amén.

(Trascrito del Reglamento antiguo e incorporado a los Estatutos aprobados por la Junta
General el 1 de abril de 1923).

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